Unai Goikoetxea regresa con un nuevo caso para Ander Crespo en Oscuridad sin sombras. En el verano de 2022, mientras Bilbao se prepara para sus fiestas, la muerte de un excompañero de la unidad de homicidios desata una investigación llena de secretos y sombras.
Con una narrativa intensa y un trasfondo social impactante, esta novela de suspense muestra el lado más crudo y real del euskal noir
LA OBRA
UN MACABRO RITUAL
VARIAS JÓVENES HALLADAS SIN VIDA
UNA SERIE DE CONEXIONES PERTURBADORAS
QUE PONDRÁN CONTRA LAS CUERDAS
AL GOBIERNO VASCO
Verano, 2022. Bilbao. La muerte en extrañas circunstancias de un excompanero v las incongruencias de la versión oficial llevarán a Ander Crespo y al Grupo 4 de homicidios a tomar un papel activo en la resolución del caso. En paralelo a esto y de forma oficial se verá involucrado en una serie de asesinatos rituales y las desapariciones de mujeres vinculadas a un culto siniestro. Y descubrirá que un político muy relevante del Gobierno vasco puede estar implicado en estos sucesos trágicos.
Después del éxito de publicación de Solsticio de invierno, Unai Goikoetxea construye un thriller rápido y envolvente que lleva a los lectores al límite. Oscuridad sin sombras, el segundo caso de Ander Crespo, explora los entresijos del poder, la corrupción y la lucha porla justicia en paralelo a la lucha personal de unos individuos que han de enfrentarse a sus peores miedos para sanar sus heridas en un viaie trepidante por descubrir la ver-dad. Una novela llena de tensión que confirma a Goikoetxea como una de las voces más prometedoras del género.
Corrupción y poder: la novela muestra cómo los vínculos entre empresarios, políticos y criminales generan un sistema envenenado donde la verdad siempre se manipula El asesinato del empresario destapa redes clientelares que recuerdan al lector que, en ocasiones, la frontera entre legalidad y delito es demasiado fina.
«Mucho me temo que le van a emplumar la muerte de Pueyo y lo suyo lo van a enterrar como un suicidio por arrepentimiento. De sobra conoces la facilidad que tiene Rosales para cerrar los casos que se le ponen a huevo —sentenció».
Redes sociales y presión mediática: los intentos de suicidio retransmitidos en directo convierten el dolor en espectáculo y obligan a la policía a actuar en un terreno nuevo y desconcertante. Goikoetxea explora hasta qué punto la tecnología amplifica la soledad, la exposición y la vulnerabilidad.
«¿Por qué motivo tres chicas sin problemas personales o económicos aparentes intentan suicidarse frente a sus seguidores? Las tonterías que aducían en sus directos para llevar a cabo esas acciones no tenían ningún sentido».
Salud mental: tanto en las víctimas como en los propios policías, la fragilidad emocional se convierte en un elemento clave. La adicción, la depresión y el trauma están presentes en los personajes y sirven para reflejar una problemática muy real.
«Esos últimos años su vida había consistido en un continuo e imparable descenso a los infiernos. La muerte de aquella chica en Mungia le había abierto una herida que no cicatrizaba. Una herida que todos habían intentado ayudar a sanar, sus compañeros y Nekane, la mujer que tanto lo amaba. Arregui había perdido la cuenta de las copas bebidas para ahuyentar de su mente la imagen del rostro descompuesto de su esposa el día que decidió escapar de la corriente que la arrastraba irremisiblemente hacia el oscuro abismo al que se precipitaba su marido. Atrás quedó él, sumido en el vacío de la culpa irreparable».
La lealtad del grupo: el inspector Ander Crespo y su equipo encarnan la idea de familia elegida dentro de la Ertzaintza. Sus conflictos internos, sus dudas y su capacidad de apoyo mutuo son el motor humano que equilibra la crudeza de los crímenes.
«El Grupo 4 nunca deja a nadie atrás. Arrequi era nuestro hermano; se lo debemos».
El Autor

UNAI GOIKOETXEA (1974) nació en Bilbao, donde vive actualmente junto con su mujer y sus tres hijos. A pesar de haber estudiado Sociología en la Universidad de Deusto, optó por encauzar su vida laboral al ámbito de las administraciones pú-blicas. Desde pequeño fue un ávido lector y devoraba libros de historia, fantasía y ciencia ficción indiscriminadamente. Con el paso de los años, amplió su horizonte literario a los clásicos del siglo XIX y XX. Seguidor contumaz de las novelas de género negro y policiaco, sus influencias pueden encontrarse entre las páginas de Poe, Conan Doyle, Hammett, Chandler, Malet, Lemaitre, Kerr, Michael Connelly y Fred Vargas, entre otros. Solsticio de invierno fue su primera novela en Sumay ahora vuelve a impactar con Oscuridad sin sombras.