Una reivindicación de los edificios emblemáticos abandonados y en desuso, como es el caso de la mansión Masriera, en Barcelona, donde Mónica ubica la editorial del curioso (y un poco alocado) señor Bennet.
Tras La librería del señor Livingstone, Mónica Gutiérrez sigue explorando los entresijos del mundo editorial, con una entrañable historia, ambientada por primera vez en su ciudad.
LA OBRA
La misma mañana en que el señor Bennet daba por terminada la mudanza de su editorial a la mansión del Taller Masriera, su sobrina Beatriz se presentaba a una entrevista de trabajo que le iría bastante mal. Triste, desmotivada y sin saber qué hacer con su vida, Beatriz empezará a echarle una mano a su tío, entre columnas y unos compañeros de editorial nada usuales.
Cuando el señor Bennet decida partir a buscar el manuscrito con el que lleva obsesionado toda una vida, Beatriz se quedará al mando de todo: diez libros que encontrar, diez autores que convencer y un mundo tan divertido, loco y adorable como solo Mónica Gutiérrez podría imaginar.
«Antes de conocer su historia, siempre que pasaba junto a la mansión Masrie-ra me enredaba pensando en misterios masónicos, en historias de fantasmas, en lúgubres familias encerradas dentro porque habían renunciado al mundo.
Me imaginaba a la señorita Havisham, de Grandes Esperanzas, recorriendo las habitaciones vacías con su vestido de novia, a los detectives sobrenaturales de la Agencia Lockwood preparándose un té en la cocina, o al mismísimo Drácula de Stoker descansando en el sótano. Desde la otra acera de la calle Bailén, tras las verjas de hierro negro con el anagrama MR de la familia, entre la exuberante vegetación descuidada, apenas se vislumbran el friso neoclásico y el porche de columnas corintias de piedra clara. Su misterioso encanto resulta incongruente en medio de los edificios convencionales de l’Eixample, las prisas y el ruido de la ciudad. Durante mucho tiempo me negué a investigar sobre la mansión Masriera porque temía que su historia verdadera fuese mucho menos fascinante que las que me gustaba inventarle. Me equivocaba. Taller de artis-tas, corazón cultural de la ciudad modernista, refugio de poetas perseguidos, teatro de vanguardias, templo, rincón de sororidad para madres trabajadoras, hermanas, hijas, mujeres… Ni siquiera cuando la visité, ya con la idea en mente de la pequeña y excéntrica editorial de Bruno Bennet, perdió ni un ápice de su magia, a pesar de su terrible estado de desgaste y abandono. No importa cuántas veces pase por delante de la mansión Masriera, ni las prisas que lleve, creo que me resulta imposible no detenerme para admirarla. Sigue albergando fantasmas y la voz de Lorca recitando unos versos prohibidos.
Cuando terminé esta historia, el destino del Taller Masriera era todavía incier-to. El Ajuntament de Barcelona y la Plataforma Masriera mantenían un diálogo sobre las posibilidades del edificio y sus potenciales usos para la ciudad y el vecindario, con la conservación del teatro Studium, la restauración de la mansión original y la priorización de una nueva funcionalidad que cubriese las necesidades del barrio como puntos sensibles de la negociación.
La idea de convertirlo en la sede de la fabulosa editorial del tío Bruno es culpa mía, por lo que pido disculpas al lector por la licencia poética y fantástica que me he permitido en la disposición interior del edificio para acoger a Dalia Edi-ciones. El exterior, con sus columnas corintias, el friso a dos aguas, la puerta del Erecteion y el extraño jardín tras las verjas de estrellas de cinco puntas es todo mérito del talento del arquitecto Josep Vilaseca i Casanovas y de la familia Masriera. Me gustaría pensar que los pies de Marina, de Carlos Ruiz Zafón, dejaron sus huellas en el polvo centenario de esta increíble mansión victoriana».
Mónica Gutiérrez
MÓNICA GUTIÉRREZ nació en Barcelona y es licenciada en Periodismo y en
Historia. Ha sido galardonada con varios premios y menciones en concursos
de narrativa breve y poesía, y desde hace unos años también escribe ficción,
especializándose en novela feelgood.
Es autora de diez novelas: Una Navidad escocesa (2023), Club de lectura para
corazones despistados (2023), Sueño de una noche de verano (2021), Próxima
Estación (2020), El invierno más oscuro (2018), Todos los veranos del mundo
(2018), La librería del señor Livingstone (2017), El noviembre de Kate (2016), Un
hotel en ninguna parte (2014) y Cuéntame una noctalia (2012). Todas han recibi-
do una calurosa acogida por parte de los lectores y cuentan con centenares de
reseñas positivas en la red.
En la actualidad, desde su página personal (monicagutierrezartero.com) co-
menta lecturas, lleva a cabo actividades culturales de diversa índole y recoge
las opiniones de los lectores sobre sus obras favoritas. Colabora como articu-
lista en otros blogs e imparte un club de lectura para acercar los clásicos a los
adolescentes.
