Aquí Todos somos Buena Gente, de Ashley Flowers

Título: Aquí todos somos buena gente

Autora: Ashley Flowers

Género: Thriller psicológico

Páginas: 352

Editorial: Roca Editorial

Valoración: 📕 📕 📕 – Buen arranque, pero no remata.

Ashley Flowers debuta en la novela con una historia inspirada en atroces hechos reales en Aquí todos somos buena gente, un thriller que ha generado bastante ruido en redes y clubes de lectura. Y no es para menos: apunta alto con una premisa atractiva, múltiples giros narrativos y un aura de misterio bien construida en su primer tramo, con misterios locales y secretos familiares.

Un caso sin resolver. Una obsesión peligrosa. Un pueblo lleno de secretos. 

Margot Davies, desde niña, ha vivido atormentada por el caso de la pequeña January, una amiga de la infancia cuyo asesinato nunca fue resuelto. Veinte años después, convertida en periodista, se ve obligada a volver a su pueblo natal, un lugar opresivo del que siempre quiso huir, para cuidar de su tío enfermo. Poco después de su regreso, otra niña desaparece en circunstancias similares a las de January, y Margot deberá cubrir el caso para su periódico.
Sin embargo, obsesionada por los fantasmas del ayer, decide investigar ambos casos en paralelo, enfrentándose a una comunidad que no quiere remover el pasado. Cuanto más profundiza en su investigación, más resistencia encuentra y más lejos se siente de la verdad. ¿Está su obsesión llevándola a cometer errores en su trabajo, o está realmente tras la pista de un asesino? ¿Qué riesgos corre al desenterrar secretos ocultos durante más de dos décadas?

Inspirada en un caso real, Aquí todos somos buena gente es un thriller inquietante y lleno de tensión que plantea la perturbadora pregunta: ¿de qué son capaces nuestros vecinos cuando piensan que nadie los observa?

Sin embargo, el resultado final queda algo por debajo de lo que promete.

La estructura, basada en vueltas de tuerca constantes, mantiene al lector en alerta, pero no siempre consigue sorprender ya que algunos giros son efectivos pero otros son previsibles, y algunos directamente desdibujan el foco de la historia.

Uno de los problemas principales del libro es su tendencia a abrir frentes que luego no desarrolla. La protagonista se dispersa entre hilos narrativos, y en ese vaivén se pierde fuerza: el eje central —la relación con su tío y el caso en cuestión— se diluye en una narración que toca demasiados temas sin profundizar en ninguno. El lector avanza con la sensación de que falta cohesión, de que hay piezas sueltas que no terminan de encajar.

A esto se suma un tratamiento superficial de algunos personajes secundarios que parecen tener relevancia inicial —como el amigo policía o la camarera del bar— pero luego desaparecen sin explicación. Esta omisión deja al lector con la impresión de que la autora le ofrece relevancia a elementos que luego abandona, rompiendo el equilibrio narrativo.

El antefinal, se resuelve con demasiada facilidad aunque resulta funcional, pero a la vez se le nota muy fácil y casi sin complicaciones, y el desenlace … no hay una verdadera resolución, ni un cierre narrativo dándome una sensación de un final muy incompleto.

Aun así, la lectura es ágil y puede funcionar bien para quienes busquen un thriller ligero, con ambientación rural y secretos del pasado. Si esperas un cierre sólido e historias bien trazadas, este libro no cumplirá estas expectativas.