Tomando como punto de partida un atentado real de ETA ocurrido en Madrid hace veinticinco años, la primera novela de Antonio
Lleras ofrece una profunda reflexión sobre la redención y la posibilidad de cambiar de vida.
Esta obra no solo explora el pasado, sino también las segundas oportunidades y las huellas que dejan los eventos que marcan un antes y un después. En ella, tanto víctimas como verdugos buscan reconstruir sus vidas tras un pasado compartido marcado por la violencia y la venganza
¿Guardar silencio y ser cómplice?
¿O acudir a la justicia y temer la venganza?
Despedido del estudio de arquitectura en el que trabaja en Barcelona, Mateo regresa veinte años después a su casa familiar de Madrid. Allí vive su padre, Juan, con el que ya casi no mantiene el contacto. En su afán por acercarse a él, Mateo se irá aproximando a un momento histórico de su barrio: un atentado de ETA ocurrido veinte años atrás. En paralelo, el lector irá conociendo la historia de Malen, que se infiltró en el mismo barrio para colaborar en la planificación del crimen terroris-ta. La investigación de Mateo por conocer la verdad le llevará a desentrañar secretos ocultos que podrían desmontar sin remedio los pilares de su vida y de las personas que quiere.
Basándose en un atentado real de hace veinticinco años que tuvo lugar en Madrid, Antonio Lleras reflexiona en su primera y emocionante novela sobre las segundas oportunidades y sobre cómo, años después del fin de ETA, víctimas y verdugos tratan de reconstruir sus vidas tras un pasado común de violencia y venganza.
FRAGMENTO DE LA NOVELA
«Se acercó al dormitorio y se encendió un Chesterfield. Quería abrir la ventana y fumar asomada a la calle, pero no debía hacerlo: cuanto más desapercibida pasara, mejor. Se aguantó, apoyó la espalda sobre las cortinas y sintió el cosquilleo del humo del tabaco en sus pulmones, al son de los arrullos de las dos palomas color tubo de escape que permanecían ancladas al alféizar. Le recordaban a las trompetas de aquellos negros con camisas de colores que visitaban Getxo al inicio del verano para el festival de jazz. A la más gorda con cuello cervantino la llamó Kai, y a la del cuello verdoso, Harri. A fin de cuentas, eran grises y sosas como un muelle y una piedra, y así las había apodado. Entornaba los ojos y, entre calada y calada, creía ver la calle Arrontegi que desdibujaba a Virgen de los Reyes. O la calle Elcano. La Herriko Plaza. O Arrandi. Arrandi. Calle que sonaba a violín. Arrandi. A dulzaina. A-rran-di».
ANTONIO LLERAS (Madrid, 1979) trabaja en el mundo ferroviario desde hace veinte años. Sus relatos se han publicado en la revista Fábula, ha quedado finalista en dos ocasiones en el certamen de relatos organizado por Lamucca y ha ganado el Premio Relato Monegrino en la XXV edición del certamen de relatos cortos Tierra de Monegros. En 2022 recibió la beca a la excelencia en la XIII edición del Máster de Narrativa de la Escuela de Escritores. Brooklyn-Barakaldo es su primera novela
